SECUENCIA LXXXVIII 20/09/14: OLÍA A CANELA. «Procesión de la Divina Pastora (Sevilla)»

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PastoradeTriana004Cuando nos adentramos en la calle Alfarería olía a canela. No era una impresión fugaz; el aroma permanecía y ganaba el trozo de calle que partiendo de San Jacinto llegaba a Antillano Campos. Allí, como siempre la hermandad había dispuesto guirnaldas y arcos en honor de la Divina Pastora al igual que en Rodrigo de Triana o Vázquez de Leca, pero este tPastoradeTriana008rozo tan trianero seguramente se ha convertido con los años en el momento más emblemático de todo el recorrido. Y allí se había esparcido canela en el suelo para completar un cuadro donde la vista y el olfato se recreaban y nos invitaba a esperar la procesión. La Cruz de Guía ya se acercaba y la Virgen discurría envuelta en los sones de la Banda de la Oliva por el Altozano. Nos tocaba esperar oliendo a canela. No era mala manera de encontrarse con la Virgen.

PastoradeTriana009Y hasta ese lugar se llegó el paso mandado por Francisco Javier Díaz Espinosa con la talla de la Divina Pastora, atribuida a  Gabriel de Astorga. Ya teníamos ganada la emoción por medio de la vista y el olfato, ahora, con una explosión de sonoridad afinada y hermosa, La Centenaria aportó al oído su homenaje durante el tiempo que las andas estuvieron en la calle Alfarería entre vítores, aplausos, salves, gritos de emoción y el contrapunto de los fuegos artifíciales. Sonaban sin solución de continuidad “Virgen de la Paz” (Pedro Morales), “Salve Pastora de Triana” (Manuel Jesús Navarro), “Esperanza de Triana Coronada” PastoradeTriana003(José Albero) y “Encarnación Coronada” (Abel Moreno) e incluso desde un balcón unas sevillanas pastoreñas pusieron su acento musical. La procesión había vivido un momento de los que se quedan en la memoria y por eso, cuando el paso se alejaba por Antillano Campos, todo quedaba para poder gozar de su recuerdo. ¿Todo era ya un recuerdo? No todo. El aroma a canela, envuelto ahora en un halo de incienso, seguía estando allí.

PastoradeTriana006Triana es mucho de sus vírgenes, mucho de su devoción a sus titulares marianas. Lo es de sus dolorosas y de sus imágenes letíficas, Carmen, Rosario, Rocío, María Auxiliadora y, como no, Pastora. Como decimos, la calle Alfarería fue el centro del huracán pero todo el barrio, ese sábado de septiembre, como cada año, fue una fiesta. Y es que la Pastora tiene uno de los recorridos más hermosos de cuantas procesiones se enseñorean por el barrio. Así, la comitiva se disfruta porPastoradeTriana0011 los alrededores de la Parroquia de Señora Santa Ana y de las capillas de la Estrella y de los Marineros, se acerca a la orilla del río por la calle Betis, busca los viejos tejares por Alfarería y Pagés del Corro, forma un revuelo por San Jacinto y se adentra en lo más profundo del barrio cuando serpentea por Rodrigo de Triana, Flota, Rocío, Santísimo Cristo de las Tres Caídas o Pelay Correa, Cuánto escenario hermoso para recibir a la Virgen y cuánto esmero de sus devotos de prepararles cuantas más guirnaldas, banderas y petaladas, mejor.

PastoradeTriana0010Fueron unas horas maravillosas cargadas del sentimiento de todo un barrio que se había puesto en la calle desde el principio hasta que la última composición, “La Pastora de Triana” (Carlos Puelles) sonaba mientras se acercaba el paso a la reja de Santa Ana. Quedaba en el recuerdo “Esperanza Salesiana” (José Manuel Bernal) por la calle Betis, o “Virgen de las Aguas” (Santiago Ramos) por San Jacinto. Se nos habían quedado grabado el sonido de “La Estrella en Sevilla” (José Manuel Bernal) y “La Estrella Sublime” (Manuel López Farfán) cuando la comitiva llegó frente a la Virgen de la Estrella y “Triana de Esperanza” (Claudio Gómez) cuando hacía lo propio ante la Esperanza de Triana. Nos venía a la mente “Passio Granatensis”PastoradeTriana0013 (Ángel López Carreño) tal y como sonó por Pagés del Corro y “A ti, Manué” (Juan José Puntas) por Pelay Correa e incluso “Esperanza Marinera” (Abel Moreno) nada más salir de Rocío y hasta ese sobrecogedor momento bajo las guirnaldas, los arcos y los vivas mientras sonaba en Rodrigo de Triana “Pasan los campanilleros” (Manuel López Farfán). Pero sobre todo, nos quedaba el olor a canela.

Cuando la Banda de la Oliva, satisfecha por su trabajo, regresaba a su casa, a Salteras, Triana seguía oliendo a canela.

Tresillo de corcheas:

♪.- ¿Usted gusta? Pues no que es todo para él. Que aproveche Julio Castillo (bombardino)

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♪.- Javier Rodríguez de la Carrera (clarinete) en busca de su identidad perdida. ¿Buscará un sitio en la percusión?

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♪.- Pasa la Banda y se acaba todo. Arrasa por donde pasa

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A modo de coda

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¿SERÍA ESA LA BODA?

La salida de la procesión tuvo la anécdota de retrasarse unos minutos debido a que se estaba celebrando de una boda en la Parroquia de Santa Ana y terminó algo más tarde. ¿Sería esa la novia la misma que luego no quiso perderse a la Divina Pastora por la calle Betis?